sábado, 24 de enero de 2009

Machismo

Un grupo de por lo menos 30 personas dispuestas en círculo rodeando lo que podría haber sido el ring de pelea, en el que dos hombres listos para liarse a golpes se lanzaban insultos mientras eran separados por otros varones contra su voluntad.

Fue este típico cuadro lo que me hizo volver a nutrir este blog.

Desde que íbamos en la secundaria, y me atrevo a pensar que pronto será común también en la primaria, hemos sido testigos de conflictos de este tipo: cierto día “Merengano” se entera de que “Fulana” le está poniendo el cuerno con “Perengano”. Al poco tiempo, Fulana y Perengano comienzan una relación después de haber mandado al diablo a Merengano. El orgullo de Merengano está por el piso, se siente impotente y no puede aceptar la situación; a su manera de ver las cosas, él es el culpable de que su relación haya terminado. Al final de clases Merengano retiene a Perengano, discuten, se insultan, y comienzan a pelear. Fulana queda perpleja viendo como su ex novio golpea brutalmente a Perengano, y corre en su defensa, mientras sus compañeros de clases forcejean por separar a los contrincantes.

Merengano, en lugar de analizar su situación fríamente, se dejó llevar por sus impulsos y no satisfecho de haberle roto la nariz, le ha “prohibido” volver a acercarse a su chica. En su afán de que alguien pague por la ofensa, Perengano, siendo en esta “historia” el único libre de toda culpa, fue en quien ha desahogado su frustración. No es capaz de imaginar que en realidad Fulana es el problema: es ella quien le ha fallado. Peor aún, Merengano no puede imaginar que las decisiones que Fulana tome respecto a su vida no estarán sujetas al score de la pelea: lo que ella piense o decida no le importa en lo absoluto. Posiblemente Merengano ni siquiera esté tan profundamente enamorado de Fulana, pero se vio “humillado” por ese par frente a todo el salón, y tuvo que demostrar su hombría.

El problema de Merengano es su machismo ya que no es capaz de respetar a la mujer, su “palabra es la Ley” y en su actitud machista, no le es posible aceptar que Fulana es libre de hacer con su vida lo que desee. Las mujeres no son más que “propiedades” para él, el que una mujer le haya visto la cara es inconcebible, y su concepto de justicia lo obliga a castigar al “ladrón”. Perengano ahora sabe de lo que es capaz su nueva “Elena” y si sigue el patrón de conducta socialmente aceptado, tratará al próximo “raptor” de igual forma que Merengano.

Incluso en las telenovelas, es de lo más normal ver este tipo de escenas, magnificando su relevancia, sus consecuencias, los detalles; modificando un poco la dinámica de los hechos, pero al fin y al cabo de eso tratan. Lo que es peor, eso enseñan.

En otro orden de ideas, hemos visto fuertes campañas y leyes que fueron aprobadas para “proteger” a la mujer. Se trata de una propaganda aparentemente feminista entre cuyas superficiales intenciones, está la de garantizarles seguridad, respeto, dignidad… ¿No está determinada acaso entre las máximas de nuestra Carta Magna la equidad de género? ¿Qué necesidad hay entonces de formular leyes exclusivas para las féminas? Lejos de promover la equidad, bajo esta farsa persiste el machismo.

Es claro el mensaje de estas campañas: el sexo femenino necesita protección, por lo tanto es débil.

5 comentarios:

  1. solo una pregunta:por que fallo fulana?

    es bueno, sigue escribiendo

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  2. Hi, merengano se vuelve menelao? yo tengo la teoria de que ese comportamiento está arraigado a la mente infantil cortesía las telenovelas que accidentalmente las mamás dejan que sus hijos vean. Pobre perengano
    te veo en clase

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  3. todos somos changos. Punto! Ya tengo blog! tú ya vuelve a nutrir el tuyo

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